Turbina odontológica: cómo elegir un modelo de calidad

jun 28, 2022 | escrito por:


En ámbito odontológico, la turbina es un elemento fundamental para muchas intervenciones clínicas. Por eso es necesario ponderar bien la elección de este instrumento. Conozcamos con más detalle cómo está realizada y cómo funciona.

¿Cómo funciona la turbina dental?

Como indica el nombre del instrumento, la turbina funciona gracias al aire comprimido que llega a la pieza de mano a través de los tubos internos del equipo e impulsa los álabes haciendo girar el rotor. El aire comprimido es suministrado por el compresor, que comprime el aire hasta alcanzar una presión de 8 bar en el interior de su depósito. A medida que el aire presente en el depósito es utilizado por la turbina odontológica o por la jeringa, la presión desciende hasta unos 5 bar, y al alcanzar este nivel el compresor se reactiva para volver a aumentar la presión.

Cada equipo incorpora un reductor, cuyo objetivo es controlar la presión del compresor y mantenerla a un nivel constante. Para regular la presión suministrada al instrumento se utiliza una válvula proporcional. Esta última modera el paso del aire en función del accionamiento progresivo del mando de pie. En el caso de la turbina odontológica, la presión de servicio se sitúa entre 2 y 3 bar. 

Entre los componentes internos de la turbina se encuentra el rotor, compuesto por mandril, rueda, cojinetes, juntas etc. La turbina está conectada a los tubos del aire comprimido del equipo mediante conexiones rápidas. Esto facilita su sustitución para las operaciones de limpieza y mantenimiento

Gracias al aire comprimido la turbina alcanza altas velocidades, de hasta 400 000 r.p.m. Estas velocidades lo convierten en un instrumento ideal para eliminar el esmalte y los materiales endurecidos, como los que se utilizan para las prótesis. Sin embargo, unida a la fricción, la velocidad genera niveles de calor extremos. Esto hace que resulte necesario integrar en la turbina un sistema de enfriamiento mediante la irrigación simultánea de aire y agua.

 

¿Cómo elegir una turbina dental de calidad?

 

A la hora de elegir una turbina odontológica nos encontramos frente a un gran número de alternativas, pero tenemos que recordar que la calidad global del producto influye en la eficacia y en la durabilidad de la pieza de mano. Examinemos algunos aspectos que debemos evaluar para no encontrarnos con un instrumento inadecuado.


El material con el que se ha realizado la turbina

Para el odontólogo es importante contar con una pieza de mano que sea duradera y capaz de resistir a todas las solicitaciones dinámicas a las que está sujeta durante la práctica operatoria. En este sentido, el acero y las aleaciones de aluminio siempre son una válida solución.

 

La forma, la superficie y la cabeza de la turbina

Son tres aspectos que es necesario evaluar, por motivos distintos:

  • La forma puede ser subjetiva, porque cada mano es diferente. Tenemos que sentir que se adapta a nuestra mano. Este instrumento será utilizado muy a menudo durante la jornada de trabajo, por lo que debe asegurar un agarre cómodo. 

     

  • La pieza de mano debe tener una cómoda empuñadura para facilitar el agarre y, desde el punto de vista higiénico, debe ser perfectamente lisa para facilitar las operaciones de higiene y desinfección.

  • Por último, la cabeza de la turbina dental debe ser lo más pequeña posible para facilitar su introducción en la cavidad oral y permitir que el médico vea bien lo que esta haciendo.

Potencia y bajo nivel de ruido

Se trata de valores clave: un rotor capaz de suministrar una alta potencia y capacidad de corte es el elemento clave de la turbina para superar las fuertes resistencias que opone el material que debemos cortar o eliminar. 

 

Vibraciones y nivel acústico

La molestia que genera una turbina que no ha sido fabricada correctamente es doble: por un lado, el médico se ve afectado a largo plazo por la vibraciones transmitidas a la mano y a la muñeca; por otro, el paciente sufre el efecto desagradable del ruido de la turbina, que aumenta a medida que crecen las vibraciones.

Consideremos que una carretera muy transitada o un secador de pelo a un metro del oído produce 70 dbA, mientras que un aspirador produce 55 dbA a 10 metros de distancia.  El ruido producido por una turbina tiende a encontrarse entre estos dos valores: cuanto más bajo sea, menos desagradable será para el paciente.

Sin lugar a dudas, la calidad constructiva de la turbina es fundamental para minimizar las vibraciones y reducir la presión sonora. Además de la precisión mecánica alcanzada por el fabricante del instrumento, para limitar las vibraciones y el ruido es necesario utilizar cojinetes de cerámica, dado que aseguran una alta resistencia mecánica y un bajo nivel de fricción.

 

Iluminación LED

Sin una iluminación adecuada, la intervención resulta difícil. Por este motivo, hoy se utiliza una luz LED que llega directamente a la cabeza de la turbina mediante fibra óptica. La duración del diodo supera con creces la de la luz halógena y emite una luz blanca que no altera el color de los dientes y de los tejidos.

 

Circuito de irrigación por aire y agua

El nivel de calor que se alcanza hace que resulte necesario irrigar el campo de trabajo constantemente para no provocar daños en la pulpa del diente. La irrigación enfría la zona operada y el cuerpo de la pieza de mano simultáneamente. En todos los casos, es necesario garantizar una irrigación múltiple para enfriar correctamente el campo y liberarlo de los desechos procedentes del material eliminado por la turbina.

Se necesitan tres o cuatro puntos de irrigación, dispuestos en posición radial respecto a la fresa. De esta manera se obtiene una nebulización del spray estable que asegura un enfriamiento perfecto y la máxima visibilidad del campo operatorio en cualquier condición operativa.

 

Mantenimiento y lubricación de la turbina odontológica

Como todos los instrumentos rotatorios, o cualquier otro tipo de herramienta, su mantenimiento periódico sirve para garantizar una mayor duración y unas prestaciones constantes. En el caso de las turbinas es fundamental realizar una lubricación correcta y frecuente. Los mejores resultados se obtienen combinando una correcta lubricación y el uso de cojinetes de cerámica. En todos los casos, es buena práctica seguir las indicaciones de la empresa fabricante de las turbinas.

Ante todo es importante elegir una turbina de calidad y evitar los modelos baratos, que en realidad no lo son dado que debemos sustituirlos con mayor frecuencia. Esta situación es común cuando la baja calidad constructiva o el uso de materiales más económicos provoca daños en los componentes internos.

¿Cómo se limpia la turbina odontológica?

En lo que respecta a la limpieza y la esterilización de la turbina, el protocolo prevé su lavado, desinfección, secado, lubricación, envasado y esterilización en autoclave siguiendo siempre las recomendaciones del fabricante.

Existen aparatos que efectúan ciclos simples de lubricación y purga de la turbina odontológica y de otros instrumentos rotatorios. Este procedimiento puede efectuarse de forma totalmente automática con dispositivos como Thalya. Con Thalya Plus es posible integrar el lavado, la desinfección y el secado en este proceso, antes de envasar y esterilizar el instrumento.

Dentro de la amplia gama Anthos, las turbinas Silent Power Evo son las que aseguran una mayor potencia, un menor nivel de ruido y la máxima duración. Todo ello gracias a su mecánica de precisión, a sus excelentes materiales y geometrías y a su configuración y lubricación.

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